La experta en educación Colleen Hroncich, quien educa a sus hijos en casa, responde las 5 preguntas más frecuentes de los padres que empiezan—o consideran empezar—el proceso de educar a sus niños en el hogar.

Yo nunca quise educar a mis hijos en casa. ¿Qué debo hacer?

Es importante entender que la situación actual, cuando estamos atrapados en casa con muchas expectativas y requisitos, no es parte de la educación en casa normal. En mi familia, usualmente estamos involucrados en tantas actividades externas que bromeamos acerca de “educar (sin estar jamás) en casa”. Pero ciertamente hay mucha menos disrupción para nosotros que para los niños que estaban acostumbrados a ir a la escuela.

El consejo más importante que les puedo ofrecer es: relájense. Su familia saldrá adelante al final. Habrá cosas que los niños no pueden aprender en casa, pero también hay cosas que aprenderán en casa que no hubieran aprendido en la escuela- inclusive podrán desarrollar habilidades prácticas como cocinar, lavar ropa o equilibrar una chequera. Pero este es también un gran momento para permitir que sus hijos se sumerjan en un tema que les interesa profundamente. Tal vez siempre les han fascinado los océanos, la bolsa mercantil, o ciertos países. Sea cual sea su pasión, este es el tiempo para desencadenarla. Sus hijos pueden emerger con nuevas metas de vida una vez la pandemia llegue a su fin. 

¿Cómo es la educación en casa “normal”?

Lo normal es diferente para cada familia y, frecuentemente, para cada niño. Tengo amigos que siguen una agenda típica de escuela en casa- compran un currículo formal que separa a cada niño según su edad y dividen el día según “materias”, como hacen las escuelas. Normalmente desayunan y quizá hacen algunos deberes domésticos antes de empezar las tareas académicas. Dependiendo de la edad del niño, las tareas oficiales se completan antes del almuerzo y las actividades de las tardes son más flexibles.

Algo que sorprende a los padres es lo rápido que se puede cubrir una materia académica en casa comparado a la escuela. Esto tiene sentido porque, a diferencia de un maestro de escuela, sus esfuerzos no están divididos entre 20 niños, algunos de los cuales no quieren colaborar (no es que los niños siempre colaboren en casa, pero el incentivo de tener tiempo libre cuando terminen su trabajo “de escuela” es bastante efectivo).   

Nosotros usamos un método más flexible, sobre todo porque yo me distraigo fácilmente y me cuesta trabajo seguir una agenda estricta. Pero, después de ocho años de educar a mis hijos en casa y de estudiar muchos métodos, pienso que la flexibilidad trae muchos beneficios. Mis hijos se vieron obligados a volverse independientes y a motivarse a sí mismos para aprender, en especial cuando yo empecé a trabajar desde casa hace algunos años. Mi hija más joven tenía 11 años en esa época, así que ella pudo estudiar independientemente.

Con frecuencia, mis hijos más jóvenes y yo nos sentamos en la mesa del comedor, donde ellos estudian mientras yo trabajo. Estoy ahí para responder sus preguntas si necesitan ayuda, y mantenemos una conexión al estar juntos, más no en nuestros propios espacios.

La mayoría de los niños educados en casa—incluyendo los míos—toman una variedad de clases por fuera del hogar. Mis hijos mayores han aprovechado las clases de inscripción doble en Grove City College. Nuestra escuela cristiana local ofrece clases para niños educados en casa, las cuales han sido excelentes. Varios amigos han tomado clases en nuestra escuela pública local. En muchas áreas hay cooperativas donde los padres trabajan juntos para ofrecer clases para los hijos de los demás. Muchas de estas clases se están reuniendo en internet, así que usted puede buscar recursos en su área.

Siéntase en libertad de escribirme un correo electrónico a cwh@commonwealthfoundation.org si necesita ayuda para contactar a un grupo local de educación en casa.

¿Cómo puedo asegurar el progreso de mis hijos cuando están en grados distintos?

Es difícil. Por esta razón, decidí escoger un método flexible. Cuando empecé a educar a mis hijos en casa, ellos tenían seis, ocho, 10 y 11 años. Intenté encaminar a cada uno en un rumbo distinto y no funcionó. Por otro lado, tampoco vi un beneficio al hacerlo. Ese método se adoptó para la educación en masa hace 100 años. Realmente no hay necesidad de replicarlo en casa.

Durante la pandemia, si su escuela envía tareas obligatorias, usted deberá mantener esa estructura. Una manera de monitorear el progreso es hacer que todos sus hijos trabajen en la misma materia al mismo tiempo. Los hermanos mayores ayudarán a los menores según la necesidad. Esta es una buena manera para que los mayores refuercen los conceptos aprendidos. También libera su tiempo para que usted pueda ayudar a los niños mayores cuando lo necesiten.

Un método que han perfeccionado las familias que educan a sus hijos en casa son las cooperativas, donde los padres intercambian deberes de enseñanza según sus habilidades particulares. Aunque no podemos reunirnos personalmente en estos días, algunos grupos aún se reúnen en internet. Si su escuela no está apoyando a sus hijos según sus necesidades, usted podría reunir a un grupo de padres que sí los puedan apoyar a través de Google Hangouts o Zoom. Por ejemplo, un padre puede ayudar a los niños con las matemáticas mientras otro les enseña ciencias naturales y otro los instruye en las artes del lenguaje. Al compartir la carga, pueden liberar el tiempo para todos los padres.

Asegúrese de dividir el día y darles a los niños tiempo para relajarse y jugar. El juego libre es una gran manera de aprender creatividad, independencia y cooperación. Además, para los padres significa un descanso muy merecido.

¿Cuáles recursos están disponibles?

En términos de los recursos digitales, ¡nunca ha habido una mejor época para educar a los hijos en casa! Según el magnífico espíritu que reconoce que “todos estamos juntos en esta situación”, las empresas y las organizaciones sin ánimo de lucro han abierto un tesoro de recursos gratis en internet: audiolibros sin costo de Audible, acceso gratis al portal científico Mystery Science, el musical The Show Must Go Online, el cual presenta a actores que realizan obras de Shakespeare a través de Zoom, y muchas opciones más. Otros recursos como la página pedagógica Khan Academy siempre han sido gratis. Tanto el Cato Institute como la Heritage Foundation han compilado listas de recursos de aprendizaje en internet.

¿Qué pasa si me quiero cambiar a la educación en casa “real”?

La educación en casa trae enormes beneficios, pero también hay muchos retos. Dadas las circunstancias inusuales que vivimos, les recomiendo a las personas no juzgar la educación en casa según su experiencia actual. Una vez superemos esta etapa, seguramente resumirá la vida agitada y de nuevo tendremos afán al pasar de una actividad a otra, ya sea en escuelas tradicionales o en la educación en casa. Lo que parece factible ahora, cuando tenemos más tiempo libre, puede que no resulte ser tan fácil en el futuro.

Dicho esto, si usted encuentra que disfruta tener a los niños en casa con usted y trabajar juntos para lograr metas educativas, puede ser un buen momento para efectuar el cambio. Típicamente, las familias que escogen la educación en casa en Pensilvania deben documentar 180 días de asistencia, compilar un portafolio de tareas escolares y obtener la aprobación de un evaluador. Estos requisitos han sido suspendidos a raíz de la situación del COVID-19.

Durante esta etapa de permanencia en el hogar, registrarse como educadores en casa les permitiría a los padres dirigir la educación de sus hijos en vez de seguir la aproximación gradual que, hasta ahora, ha caracterizado a muchos distritos. Entre los recursos que sirven como guías para el proceso de educar en casa en Pensilvania, los mejores que he encontrado son AskPauline.com (una página que responde todas las preguntas iniciales) y el sitio web del Home School Legal Defense Association (para las minucias legales).